domingo, 22 de febrero de 2015


Todos esos infieles,
no son hijos de Dios.
Yo los mato
en nombre de la Inquisición.

Las gentes vienen
al espectáculo
de ver morir
a los excomuniados

Asfalto se tiñe
de rojo,
se santiguan
con enojo.

Prometen cobrarse
las vidas
de sus hermanos,
por mí torturados.

El pueblo se levanta,
contra la Iglesia
se rebela.

La Inquisición
no duda en actuar
el asfalto de sangre,
se manchará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario